viernes, 7 de agosto de 2009

Faldero


Estoy cada dos por tres en una cama distinta,
he conocido tantas amantes como poros hay en la piel,
sin pensar en mucho
más que en gozar.
He amanecido al lado de muchas caras y perfumes
después de deleitar mi ego,
llegando incluso en ocasiones a aburrirme.
Subrayo muchas veces al día la palabra “sexo”
y le doy importancia, la aplico a mi vida cotidiana
sin mero reparo o prejuicio.
Amantes de mimbre, de cemento, de pasión o lujuria;
de caos circunstancial, de tristeza o de amor efímero infinito.
Por las esquinas me rodeo de putas
que hacen su vida como yo hago la mía
y todos fingimos ser libres.
Ninguna me idolatra si me ve en un supermercado,
sin embargo, cuando estamos a solas, me repiten constantemente,
titubeando entre gemidos: “¡cabrón!”,
mientras me arañan la espalda.
Nunca he necesitado del dinero para ello,
y no creo que algún día lo necesite.
Ellas me adoran, me complacen,
a veces hasta me miman.
Yo las nutro de mi semen,
y así voy de flor en flor,
dejando caer el polen
con una sonrisa larga
en lo más alto de mi ego.


Sin embargo, me siento el hombre mas vacío del mundo.



Fdo. Capitán Buenvino

No hay comentarios:

Publicar un comentario