viernes, 7 de agosto de 2009

Vista


Dime porque no quiero nada,

dime tú,
porque siempre estoy llorando,
retorciendo los minutos en mi puño
para alejar cualquier amanecer que refleje mentira.

Al fin y al cabo
la claridad es lo único que es de verdad
y de lo único que huyo.

Vivo en la sombra casi todo el rato,
admiro la negrura que destiñe las cosas
y me permite crear formas en la oscuridad.

Lejos,
de la realidad que embiste contra mis ilusiones,
que son sueños disfrazados de verde,
verde como mis ojos,
con los que veo más allá de cualquier obstáculo
sin darme cuenta de que en realidad no veo nada.



Fdo: Capitán Buenvino

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